Uno de los sabios más sabios de la Edad Media, Francesc Eiximenis (1330-1409), ya elogió los vinos ampurdaneses y los situó entre los mejores del mundo de entonces, según se lee en un capítulo del Terç del Crestià: «Dels vermells de la terra no puix beure, per tal bec d’estiu calabresc de Santo Noixet, túrpia o trilla, picapoll de Mallorca, rosset o dels clarets d’Avinyó. D’hivern he del de Madrid de Castella, e d’aquells fins espanyols, o del de Gascunya, o del monastrell d’Empordà. […] A sopar bec de Beuna o de sent Porçà e faç-me refrescar les cames amb aigües precioses».
Sin embargo, hasta 1975 no nació la denominación de origen (DO) Empordà, inicialmente solo con productores de El Alt Empordà. Desde 2004 también alcanza la comarca de El Baix Empordà y está marcada por las diferentes variedades de vino de garnacha —que aquí toma el nombre de lladoner—, el cinsaut o cariñena, el macabeo y el moscatel de Alejandría. El garnacha, vino dulce natural elaborado con lladoner, es el producto más singular y característico de toda la denominación de origen.
Este vino blanco joven, fresco, floral, afrutado y apasionado, elaborado en Garriguella por Mas Llunes, contiene el 78 % de garnacha blanca y el resto de macabeo.
Después de más de un siglo trabajando la viña en Capmany, en 2004 decidieron crear el Celler Arché Pagès. Con la vieja garnacha blanca de su viña elaboran este vino blanco añejado.
Siguiendo la vieja tradición ampurdanesa, la Cooperativa Agrícola de Garriguella elabora un rosado moderno, fresco y floral y cítrico con vino de garnacha rojo vendimiada en el momento óptimo de maduración de viñas de más de cincuenta años.
La cooperativa de Garriguella presume de sumar la extensión más grande de viñas de El Alt Empordà, lo que le permite cosechar uva de vides viejas de montaña de las variedades garnacha negra y cabernet sauvignon para elaborar este vino tinto.
Empordàlia, la gran cooperativa del Cap de Creus, la mayor unión de pequeños productores, elabora este vino tinto añejado, vinificado con samsó y lledoner, las dos grandes variedades tradicionales del Empordà.
Este vino ha sido elaborado exclusivamente con uva de la variedad autóctona samsó blanco, de cepas viejas de ciento diez años, por Carme Casacuberta en la bodega Vinyes d’Olivardots, de Capmany.
El garnacha nunca llega solo a la mesa. La tradición lo aparea con el moscatel, los hace indisociables. Algunos catan ambos vinos; otros, los más golosos, prefieren el moscatel. En tiempo de Cuaresma, cuando en las panaderías, las pastelerías e, incluso, en cada casa se hacen los «brunyols» (buñuelos de El Empordà), el garnacha resulta un vino casi imprescindible, a pesar de que no lo es del todo porque no hay familia que no tenga algún adepto a la efervescencia floral del moscatel.
El garnacha es generoso en recuerdos de rancios ancestrales, puesto que se hacen crianzas oxidativas de este vino en viejas botas de madera y soleras antiguas, que concentran sabores y aromas y los combinan con la memoria de los antepasados. Los más atrevidos cosechan la uva, la dejan marchitar (deshidratar) durante semanas y la prensan. El mosto, concentrado en azúcares, lo dejan fermentar poco a poco, durante meses. Lo ponen en garrafas de cristal, donde estará más de cuatro años madurando en la intemperie, para que el sol y el tiempo mediterráneo acaben el trabajo que ya empezaron en la vid.
Elaborada con lladoner rojo y lladoner blanco por el Celler Cooperatiu d’Espolla, a media fermentación se añade alcohol vínico. La crianza oxidativa se hace en botas de madera y soleras de más de cincuenta años.
Mas Llunes, Vinyes i Cellers utiliza exclusivamente uva de la variedad moscatel de grano pequeño. La fermentación es espontánea con levaduras autóctonas y se detiene añadiendo alcohol neutro de vino. Es un clásico de la sobremesa junto con el garnacha.
Categoría: vinos dulces, especialidades singulares
Empresa: Mas Llunes, Vinyes i Cellers, SL
Vinyes dels Aspres, de Cantallops, produce uno de los vinos más singulares, laboriosos y elogiados. Una vez vendimiada la garnacha roja, se deja marchitar 59 días y se prensa; el mosto madura en la intemperie en garrafas de cristal durante cincuenta meses. Paciencia ancestral.
Categoría: vinos dulces, especialidades singulares
Empresa: Vinyes dels Aspres (Joaquim Albertí, SA)
Sumiller de Wine Palace
Sumiller del restaurante El Celler de Can Roca
Sumiller de Vins i Licors Grau
Analista vitivinícola, maestro bodeguero y sumiller
Sumiller y presidenta de la Asociación Catalana de Sumilleres