Los vinos.

La historia de la viña y el vino en L’Empordà se remonta al menos a 2.500 años atrás. La arqueología confirma la existencia de viñedos salvajes y del comercio del vino. Ya son conocidos el cultivo de la viña y la elaboración de vino en las villas romanas de los primeros siglos de nuestra era. Después, los benedictinos —constructores de Europa— y otras órdenes religiosas prosiguieron, extendieron el cultivo y se convirtieron en los primeros grandes socializadores del vino.

Plantaron viñedos en la llanura y en pendientes. Los campos que rodeaban Sant Pere de Rodes se llenaron de vides, mantenidas por el equilibrio de decenas de kilómetros de pared seca, que evitaban su erosión causada por las lluvias torrenciales. Hoy en día, estos elementos del paisaje se recuperan para mantener la historia, recuperar cultivos y conservar la montaña.

A lo largo de la historia, distintos autores se han referido al vino de L’Empordà. Uno de los más célebres fue Hans Christian Andersen, en I Spanien («Viaje por España»), publicado en 1866, sobre su viaje por la Península los meses de septiembre a diciembre de 1862, justo un año antes de la primera aparición en Europa de la filoxera, ese insecto que nos cambió la historia. El escritor danés llegó a la Península por L’Empordà, en diligencia desde Perpinyà, última parada del tren antes de la frontera. Camino de Girona, la diligencia efectuó parada en Figueres:

«En Figueres la mesa dispuesta para la cena nos esperaban […]. La mesa estaba llena de viandas, bandejas de carne de todo tipo, pescado hervido y pescado frito. ¡Excelente mesa para comer en una España de la que se decía que no había comida que no se pudiera probar! Fruta incomparable, vino resplandeciente…».

Antes de Andersen, uno de los grandes sabios medievales, Francesc Eiximenis (1330-1409), ya elogió los vinos ampurdaneses de entre los mejores del mundo de entonces, según leemos en un capítulo del Terç del Crestià: «Dels vermells de la terra no puix beure, per tal bec d’estiu calabresc de Santo Noixet, túrpia o trilla, picapoll de Mallorca, rosset o dels clarets d’Avinyó. D’hivern he del de Madrid de Castella, e d’aquells fins espanyols, o del de Gascunya, o del monastrell d’Empordà. […] A sopar bec de Beuna o de sent Porçà e faç-me refrescar les cames amb aigües precioses». Se supone que el monastrell era un vino dulce, puesto que tiene aptitudes para los dulces como ha quedado patente en otras denominaciones de la Corona de Aragón.

En 1975 se constituyó la Denominación de Origen Empordà, caracterizada especialmente por los vinos producidos con las diferentes variedades de garnacha, que aquí toma el nombre de lledoner, por el mazuelo o cariñena, el macabeo y el moscatel de Alejandría.

Sin embargo, hoy en día, el cultivo de la viña ya no se limita a L’Empordà, sino que la producción alcanza todos los territorios de las comarcas de Girona, desde a la orilla del mar hasta la alta montaña, vinificando de muchas formas y estilos, con resultados diversos, unos ajustados a los cánones y otros más próximos al movimiento de los vinos naturales, totalmente libres, personales y con resultados singulares.

Los vinos con sello Girona Excel·lent 2020 – 2021

Vall de Molinàs blanco 2018

La bodega Celler Hugas de Batlle empezó en 2002, en Colera, con la idea clara de perpetuar el entorno, sin perder el hilo de la historia. Así plantó las viñas dispuestas en terrazas de piedra seca, con magníficas vistas al Mediterráneo, lo cual aporta carácter a sus vinos. El Vall de Molinàs blanco es un vino elaborado solo con garnacha blanca vendimiada manualmente, con una crianza de tres meses en botas de roble francés.

Sociedad: Celler Hugas de Batlle, SA

www.cellerhugasdebatlle.com

Blanco de Gerisena 2019

La bodega de Gerisena ha elaborado este vino con uva vendimiada manualmente procedente de viñas de garnacha blanca de más de 50 años. Antes de la fermentación del mosto, la uva macera de una forma pelicular para extraer los aromas primarios de la fruta madura. Posteriormente, el mosto se macera sobre borras una semana para extraerle su potencial aromático. La vinificación del mosto flor se lleva a cabo a temperatura controlada. La crianza se produce en botas nuevas de roble francés durante cinco meses con las madres del vino.

Sociedad: Agrícola de Garriguella i Rabós SCCL

www.cellergerisena.com

Oriol rosado 2019

Los rosados fueron en el pasado los vinos más característicos de L’Empordà. Ahora Vinyes dels Aspres presenta este Oriol rosado 2019, elaborado exclusivamente con garnacha roja, una de las variedades más características de L’Empordà. De color rojo brillante vivo, entre el fresón y el ojo de una perdiz, es un rosado con bastante cuerpo. Aromáticamente, tiene hierba fresca con notas cítricas, y en boca aparecen notas de higos frescos y madroños.

Sociedad: Joaquim Albertí, SA

www.vinyesdelsaspres.cat

Babalà, vino tinto Eixerit 2020

La cooperativa de Espolla, fundada en 1931, elabora este vino con un cupaje de un 85 % de garnacha tinta y un 15 % de garnacha roja. El Babalà es un vino tinto de maceración media fermentado en depósitos de cemento y con una crianza de cuatro meses en contacto con las madres y trozos de roble. De color rojo cereza, tiene un aroma de fruta fresca con recuerdos anisados y, en boca, es goloso y tánico.

Sociedad: Celler Cooperatiu d’Espolla, SCCL

www.cellerespolla.cat

Camí de Cormes 2017

La bodega Roig Parals es una empresa familiar con 18 hectáreas de viñedos que en 2004 se incorporó a la denominación de origen Empordà. Su actividad de cultivo de la viña, sin embargo, está documentada el 1850 en Mollet de Peralada, por lo cual tienen algunas cepas centenarias. Precisamente, el Camí de Cormes es un vino tinto elaborado con uvas de cariñenas centenarias, que le confieren una gran personalidad.

Sociedad: Roig Parals, SL

www.roigparals.cat

Los vinos generosos

Un documento suplicatorio de los monjes de Sant Andreu de Sureda, en el Rosselló, dirigido al rey franco Pipino el Breve (714-768), padre del emperador Carlomagno, pedía protección para las viñas de las pendientes marítimas de L’Albera —que separa L’Empordà, al sur, del Rosselló, al norte— ante la producción de las viñas de la llanura, y pedía expresamente que el nombre de garnacha de L’Empordà fuera de uso reservado. Si bien no se sabe qué tipo de vino era, a ambos lados, los dulces son los vinos más característicos. De hecho, la garnacha, vino dulce natural elaborado con cariñena, es el producto más singular y característico de toda la denominación de origen Empordà.

El vino garnacha o granatxa es un vino generoso con recuerdos de rancios ancestrales, puesto que se elaboran crianzas oxidativas en viejas botas de madera, que concentran sabores y aromas y se empapan de la memoria de las soleras antiguas. La gente suele quedar encantada ante las decenas de garrafas irregulares alineadas a sol y serena, envejeciendo y oxidando garnachas ampurdanesas. Situadas en ventanas, rellanos, escaleras o rincones de patios, estas garrafas son de una plasticidad fascinante.

Los vinos generosos con sello Girona Excel·lent 2020 – 2021

Torre de Capmany, garnacha de L’Empordà Gran Reserva

A pesar de que los Pairó atesoran una larga historia relacionada con el vino que documentan a partir de 1871, la bodega Pere Guardiola no nace hasta finales de los años ochenta. Con soleras de la garnacha de su bota empezó a elaborar el Torre de Capmany exclusivamente con uva de la variedad cariñena blanco. Se cría, siguiendo el sistema tradicional ampurdanés de viejas soleras familiares, un mínimo de dos años.

Sociedad: Pere Guardiola, SL

www.pereguardiola.com

Vino dulce de moscato L’Eròtic

La bodega Roig Parals elabora este vino dulce natural con uva moscato de grano pequeño procedente de viñas viejas y sobremadurado en la planta. El moscatel es uno de los vinos dulces más clásicos de L’Empordà, generalmente más dulces y florales. Roig Parals le añade elegancia y sutileza.

Sociedad: Roig Parals, SL

www.roigparals.cat

Dulce de Gerisena 2019

La cooperativa agrícola de Garriguella i Rabós dedica 30 hectáreas de sus mejores viñas viejas, con una media de 70 años, a los vinos de su Celler Gerisena. A pesar de que Garriguella es famosa por la garnacha, el Celler Gerisena presenta un dulce de cariñena tinta (mazuelo) de viñas viejas de montaña de más de 50 años, que ha criado 12 meses en botas de roble y 12 meses en ánfora de barro de terracota no cocida.

Sociedad: Agrícola de Garriguella i Rabós SCCL

www.cellergerisena.com

Bac de les Ginesteres

Color de raíz de cerezo. Aromas de confitura de melocotón de viña, flor de naranjo y de almendro, mantequilla fresca, cáscara de coco, matalahúva y nueces. Sabor a moniato al rescoldo y frutos secos. Todo esto es al Bac de les Ginesteres, uno de los vinos más singulares de L’Empordà. Vinyes dels Aspres lo elabora con uva de garnacha roja, que deja pasar 59 días antes de prensarlo como si fuera fresco. Una vez fermentado durante meses en depósitos de acero inoxidable, lo dejan madurar 50 meses a sol y serena en garrafas de cristal de 20 litros.

Sociedad: Joaquim Albertí, SA

www.vinyesdelsaspres.cat